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27 enero 2010

Afectados por los Virus




Ojo. Digo afectados, no infectados. Infectado estaba el portátil de un amigo que estuve limpiando el fin de semana pasado donde el troyano Bagle, variante "I", se había hecho dueño del sistema. Tras varias horas de escaneo y limpieza con diversas herramientas, al fin el portátil empezó a ir "fino" en lugar de quedarse "pajarico". La verdad que el dueño, ignorante de la necesidad de protegerse frente a este tipo de ataques, usaba el portátil como los indios cherokees montaban a caballo: "a pelo"; esto es, sin antivirus. Y así le fue: casi doscientos archivos infectados por un rootkit persistente y más pesado que una visita de los Jestigos de Teová a la hora de comer.

Entre escaneo y escaneo fui pergeñando la idea que me ocupa ahora, de que todos estamos afectados por los virus, o mejor dicho, por los antivirus. Y es que realmente, los virus informáticos han dado lugar a una industria muy específica que se ha hecho necesaria y de la que todos quieren algo del pastel. No hablo de los daños y molestias que puede llegar a ocasionar la aparición y propagación de un malware en su ordenador, sino de que las medidas preventivas también suponen un coste adicional que -aunque todos hayamos asumido como normal-, está ahí y debemos atenderlo. Coste que podemos expresar tanto en unidades monetarias (el precio de la adquisición y mantenimiento anual de una suite antivirus), como en Mega-FLOPS (unidades de medida del rendimiento de un ordenador), pues obligamos a nuestra maquinita a mantener funcionando constantemente un vigilante privado siempre atento a las amenazas de los virus. Y esto no es gratis.

Si no, pensemos en algo que nos ha pasado a todos: pongamos que acabamos de estrenar un flamante ordenador marca "PC-zito". La máquina va rápida como una centella, vaya, como si estuviera corriendo un Windows 3.11 en nuestro Quad-Core a 3,0Ghz. Pero hete aquí que queremos conectarnos a la red y necesitamos protección contra estas páginas y mails ávidas de captar nuestra atención para colarnos el código maligno ("Vade Retro, Satán"). Hala, pues le ponemos un antivirus y listo. No me adentraré en el turbulento y proceloso Mar de las Discusiones Antivíricas, pero sí comentaré algo que me ha hecho gracia desde siempre. Cada vez que preguntamos a los “entendidos” de nuestro entorno sobre el software antivirus que recomiendan, las respuestas son siempre del estilo de: "Hombre, yo uso el 'Kitat dn 1/2 Antivirus Suite' versión Pro. Es el mejor, y nunca me ha pasado nada, me lo detecta todo". Y lo dice así, con la boca ancha "me lo detecta TOOOODOOOO". ¡¡Haaaalaaaa!!. Lo que el tipo éste no le dice a usted es que antes usaba el "Echat PA 1 L.A.O. Essential Antivirus System" que también era el mejor hasta que un día se le coló un gusano que le dejó frito el ADSL y fue cuando decidió cambiar el antivirus. O sea, que no hay antivirus malo … ni bueno tampoco.

Sigamos: ¿Qué pasa después de instalar el antivirus? pues que la máquina se vuelve torpona, se ralentiza, comienza a hacerse pesada, y, conforme instalamos más programas, llega un momento en que para iniciar el Güindons le da tiempo a uno no ya de tomar un café, sino de recolectarlo, secarlo, tostarlo, molerlo, y pedirle azúcar a la vecina mientras sale de la cafetera. Decepcionante y crispante al tiempo. Pero es que esto es normal, oiga. Aparte de los problemas intrínsecos del registro de Güindons, usted ha puesto dentro de su "PC-zito" al Gran Hermano, -y no me refiero al bodrio de Tele-5, sino al espía omnipresente inventado por George Orwell-. O como diría Tolkien, ha puesto "Un ojo que todo lo ve y al que no se le escapa nada", un ojo que no permite que nada funcione si no es con su permiso y bajo su supervisión. Vaya, que su "PC-zito" ahora es territorio de Mordor y el malvado Saruman vigila desde lo alto de la CPU oteando el horizonte, pero en plan de bueno de la peli.

Pero al revés que ocurre en la película, esto no se hace por arte de magia, sino empleando los recursos de su sistema informático, de ahí que su flamante máquina se haya vuelto tan ñona y remolona. Aquí está el efecto colateral de los virus al que me refería y que a todos nos afecta. Con la proliferación de virus, troyanos, gusanos, spywares, keyloggers, virus de macro, hijackers y demonios "emplumaos" más listos que las ratas "colorás", se nos ha forzado a todos los usuarios a introducir en el arranque de nuestros sistemas un programa de vigilancia que no hace otra cosa que robar memoria y tiempo del procesador a nuestras aplicaciones favoritas. Si usted usa el ordenador de uvas a peras y sólo para navegar por internet y chatear por el "Mesenyer", pues no lo apreciará mucho. Pero en el momento en que se ponga a trastear con trabajos audiovisuales, donde se procesa gran cantidad de archivos o archivos de gran tamaño (audio, vídeo o fotografía), sí que lo notará. No digo ya cuando compila programas o utiliza aplicaciones que hacen un uso intensivo de la unidad de coma flotante de la CPU.

/* Haré un inciso para romper una lanza en favor de los "linuxeros" y los "maqueros": todo lo dicho antes es válido para los sistemas "Güindons", las arquitecturas de Linux y de OS/X (1) están tan bien pensadas que de partida no está expuestas a los virus. La implementación de permisos de usuarios y de directorios y archivos es tan buena que impide las infecciones de los virus informáticos desde el propio kernel, haciendo innecesario el uso de antivirus.
*/


Así que cuando vaya a comprar un nuevo PC en el que residirá "Güindons", piense también que un porcentaje de la capacidad de proceso de su nuevo ordenador la va a destinar usted a tener en marcha el antivirus, y quizás merezca la pena un procesador más rápido que el que tenía pensado. Con esto pasa como con la Agencia Tributaria: cuando uno trabaja, ya sabe que al menos una mensualidad de su sueldo bruto irá a parar a las arcas de Hacienda lo quiera o no. Pues aquí una parte de su dinero la va a destinará usted a mantener funcionando el antivirus, lo quiera o no.

Sé que para muchos, el tema será baladí, pues con los 3,0Ghz de media de velocidad de reloj de los procesadores actuales, van sobrados. Es cierto. Pero son los céntimos de la SGAE: ¿qué necesidad tiene usted de tener que dedicar parte de esa capacidad de proceso a tener en marcha el antivirus porque su sistema operativo es inseguro y vulnerable? ¿No hubiera sido mejor un planteamiento como el usado por Unix?

Y ahora me da la vena confabulacionista y salta la pregunta del millón: ¿Quién cree que se beneficia de esto? A mí se me ocurren varias respuestas ¿Y a usted?.

Saludos. Pulsar Informaticks

(1) Si es blanco con manchas negras, tiene cuernos, muge y da leche, tiene toda la pinta de ser una vaca ¿no?. Todos sabemos que Linux es una implementacion gratuíta de un sistema UNIX. Lo que pocos saben es que las capas más internas OS/X están basadas en DARWIN BSD, un microsistema que utiliza servicios basados en la Berkeley Software Distribution, un S.O. que a su vez es una implementación de … ¡UNIX!. ¡¡Qué casualidad!! ¿Verdad? Otra vez el hermano mayor de Linux por aquí. Por algo será.

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