Dentro del ámbito científico yo tengo tres titulares que no fallan: el hallazgo del eslabón perdido, el avance definitivo en la lucha contra el cáncer y el hallazgo de agua en Marte. Hay que reconocer que parte de culpa la tienen los científicos que precisados de cierto interés público para justificar la concesión de fondos, envian, “in extremis”, dosieres de prensa con alguna de las anteriores coletillas. Y ello a pesar de que cualquiera más o menos iniciado en Ciencia sabe que siempre existirá un eslabón perdido, que el cáncer no se curará por un hallazgo definitivo sino por la suma de muchos pequeños y, en ocasiones insignificantes, avances y que el agua en Marte se conoce desde hace varias décadas. Tanto es así que cualquier aficionado a la astronomía equipado con un telescopio más o menos potente, puede verla con sus propios ojos durante el invierno marciano en sus helados casquetes polares compuestos por hielo de CO2 pero también (en menor medida) de agua.
Visión del casquete polar del Polo Norte Marciano |
Pues algo así ha debido pasar con el reciente anuncio de la NASA del descubrimiento de lo que podrían ser flujos de agua salada en Marte, que creo que esta vez si que es un anvance definitivo pero al que poca difusión se la ha dado. Por este motivo creo necesario aclarar un poco la noticia.
En las últimas décadas el paradigma científico ha pasado de considerar la génesis de la vida como un accidente sumamente improbable y casi único en el Universo, a declarar que la "la vida está inscrita en las leyes de la naturaleza". Dadas las condiciones adecuadas, la "biogénesis" es casi inevitable. Por ello el hallazgo de agua en Marte se considera un indicio fundamental de la existencia remota o actual de vida en el planeta vecino. Como hasta ahora nadie ha ido a Marte y se traido un litro de agua del planeta para demostrarlo (como hizo Colón trayendo indios para demostrar que había descubierto las Indias), en realidad todo lo que tenemos son indicios más o menos fiables de que este agua existe. La visión directa del hielo y su análisis espectroscópico desde lo telescopios terrestres es uno de ellos, el análisis de rasgos geológicos como canales de desbordamiento o valles fluviales es otro, la existencia de piedras salinas formadas por precipitacion de un medio acuoso es otro de ellos, los indicios de la existencia de un permafrost enviados por la sonda Mars Oddisey también. Y así hay unas cuantas decenas más de tales indicios, que, considerados globalmente, hacen que el grado de certeza de tal aseveración sea muy elevado.
Pero claro lo que de verdad molaría es la imagen de un río fluyendo aunque fuera pequeñito. Pues este es precisamente el descubrimiento anunciado por la NASA que literalmente dice así:
Se han observado rasgos oscuros, parecidos a dedos, que aparecen sobre las pendientes marcianas desde el final de la primavera y durante el verano, que luego se desvanecen cuando llega el invierno, y que vuelven a aparecer en la siguiente primavera.....La mejor explicación que tenemos hasta la fecha para estas observaciones es que hay agua salada que está fluyendo"
Se trata de rasgos con 0,5-5 metros de ancho, y longitudes de hasta algunos cientos de metros. En algunos de estos lugares se observan hasta más de 1.000 flujos individuales en las laderas más tibias. Para aquellos que piensan que Marte es un planeta hostil y helado les diré que si bien la temperatura media marciana es de unos -50ºC, durante el verano ecuatorial el día alcanza unos agradables 20ºC, suficientes para la existencia de agua líquida. En cualquier caso, lo mejor es ver uno mismo el video proporcionado por la NASA:
¿Porqué considero tan relevante este descubrimiento? Porque por fín tenemos un sitio claro al que mandar nuestros robots a investigar, en lugar de tenerlos dando tumbos por las dunas, y porque una vez allí nos podrán que aclarar porqué estos “arroyos” cambian de color y se tornan oscuros al final de cada estación....
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